Este alojamiento es una gema escondida junto al lago de Como. Es sencillo pero tiene carácter.
No tienen personal todo el tiempo, pero con las indicaciones de cómo abrir la puerta y conseguir la llave, pudimos ingresar por la noche sin inconvenientes.
En la mañana, el desayuno fue agradable, no muchas opciones, pero excelente sabor. El personal nos ayudó con información sobre cómo tomar el barco que lleva a Bellagio y sobre turismo en los alrededores. También se puede ir a pie a Bellagio y se pasa por unos jardines maravillosos.
El único pero, es que no hay ascensor. Así que hay que llevar poco equipaje. La habitación amplia, con una cama buena. El baño muy bien y limpio.
Una buena experiencia, recomendamos este alojamiento.