El personal que nos atendió encantador, amable, servicial y nos resolvió todas las peticiones que le hicimos, el lugar es un Riad dentro de la Medina, no es un hotel a la usanza occidental pero con mucho encanto, a unos tres minutos andando la la Plaza Jemaa el-Fna, pero muy silencioso, buen desayuno. Lo recomiendo totalmente, volveremos.