Pensé que era un típico Riad, pero es más bien un hotel, en el que el patio está ocupado por un ascensor y una escalera, perdiendo el glamour que esperaba. La habitación y el baño bien, aunque con poca luz.
Como en la azotea hay un bar q abre por la noche y sirve copas, hay un poco de jaleo.
La zona de recepción necesita una actualización.
Lo más positivo, su cercanía a la plaza. Lo más negativo, a las 11,30 de la noche se pusieron a recoger en el bar e la azotea, arrastrando todo, y el ruido en los dormitorios era muy molestos; a las 12 silencio.