Me gustó mucho, a pesar de haber gente, no se la sentía. Estaba cerca de lo más importante un cajero para retirar dinero. Buen restaurante, aunque la recepcionista me recomendó dos lugares más para comer, lo mejor estaba ahí mismo. Pagué, en otro lugar recomendado, por dos trozos de carne mal hecha y unas papas inundadas en aceite, 33 dólares, no tenían idea de lo bien q se puede comer con 33 dólares. El día de ayer, mi segundo día, aprendí q la mejor comida estaba ahí mismo. El estilo del lugar me recordada por alguna razón a Cuba: colores, cuadros, decoración vieja, el segundo día pude descubrir q este hotel es.el mejor de la zona. La playa no me gustó mucho.