El hotel necesita renovación y mantenimiento, sobre del sistema de A/A. Las máquinas son excesivamente ruidosas hasta el punto de no poder conciliar el sueño, necesario tras los intensos días en NYC. Es lo único que solicitamos, habitación silenciosa para poder descansar, y todo lo contrario. La primera habitación, lo informamos cuando nos íbamos a acostar, fue revisada por mantenimiento y nos cambiaron de habitación. En la siguiente, más de lo mismo, algo menos de ruido pero excesivo, se oye el ruido en el pasillo, en la habitación es un escándalo.
Habitaciones excesivamente pequeñas, no se puede si quiera acceder bien a una parte de la cama, la habitación que lo permite, claro.
Servicio de limpieza correcta.
Personal atento en general. Se afanan en que estés a gusto pero el hotel no da para más. Es más, nos regalaron “vales” de desayuno por el inconveniente de la primera noche aunque, como digo, la segunda habitación más de lo mismo.
Aunque no está céntrico está cerca de Central Station y permite desplazarse muy bien.