Sin duda alguna este ha sido uno de los mejores hoteles donde me he quedado en mi vida. Desde que llegas, la atención de las chicas en recepción es maravillosa. La habitación es cómoda, moderna y realmente puedes descansar, tiene todas las comodidades. Además disfruté tener la vista hacia la piscina. Es un hotel tranquilo, con lindas áreas verdes y muy cerca del centro de Oia para caminar, a tan solo 5 min. Tienes la parada de bus cerca, un mini market al frente, estacionamiento y el hotel cuenta con su propio restaurante que es maravilloso, además tiene un personal muy amable, atento y servicial. El dueño del restaurante es tan amigable que te da la Bienvenida a diario con una gran sonrisa, además en nuestro último día llegamos tarde al desayuno y estábamos conscientes que debíamos pagar, pero nuestra sorpresa fue que luego de desayunar, al momento de pagar, nos dijo: cortesía nuestra. OMG, no podía creerlo! La comida deliciosa también, fresca, del día, hecha al momento. De verdad que si vengo de nuevo a Santorini, me hospedaría acá sin dudarlo.